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La salmonella en aves, nuestra visión

gallinas
03 Mayo 2021

La salmonella en aves sigue siendo una de las bacterias que genera mayor preocupación para el sector avícola. No sólo porque las aves domésticas son portadores y vectores de salmonellas zoonóticas causantes de toxi-infecciones (como por ejemplo salmonella enteritidis), sino también porque todavía existen en determinados países salmonellas tifoideas -como salmonella gallinarum- que generan problemas directos en las aves y merman la producción.


El área de prevención frente a la salmonella en aves es una de las áreas de mayor importancia económica. El impacto que este capítulo tiene sobre el programa vacunal de una ponedora es muy relevante. Por ello, una decisión adecuada sobre la estrategia y el tipo de producto a usar es esencial.

Calier, como empresa especializada en productos y soluciones veterinarias, ha decidido dar un paso adelante. Hace ya cinco años que lanzamos al mercado una vacuna frente a la salmonella en aves (Primun Salmonella E) y comercializamos desde hace tiempo un catálogo de productos complementarios de tipo nutracéutico (Promotor L) inmunomodulación, (Inmunair) y de bioseguridad (Despadac).


Por las características de estos productos y, por nuestra propia visión, hemos decidido enfocarnos con especial interés en avicultura de puesta. Siendo el huevo uno de los productos avícolas más consumidos en todo el planeta y -aunque no siempre de forma justa- responsable último de toxi-infecciones generadas por salmonella en aves, creemos que es importante mirar con mayor atención a este segmento de producción avícola.


Es muy cierto que el problema de la salmonelosis en aves debe tener una visión holística, ya que existen multitud de factores que influyen sobre la presencia y prevalencia de esta bacteria en las aves. La nutrición, la bioseguridad y la estrategia vacunal son pilares básicos en esta lucha. Precisamente cuando hablamos de estrategia vacunal hay varios puntos a tener en cuenta antes de tomar una decisión sobre un tipo de vacuna u otra, o sobre el número de vacunas a aplicar. Deberíamos ser capaces de tener respuesta a estas preguntas: 

 

  •  ¿Cuál es la prevalencia de las diferentes especies de la salmonella en aves?
  •  ¿Qué grado de protección ofrecen las vacunas y qué debemos esperar de ellas?
  •  ¿Cuál es la estrategia adecuada a la hora de construir un programa vacunal?
  •  ¿Cuál es el mejor diagnóstico?
  •  ¿Cómo podemos saber si una vacuna ingresó correctamente en el cuerpo del ave?
  •  ¿Cómo puede distinguir una cepa vacunal de una cepa de campo?
  •  ¿Cuántos manejos puedo aplicar a una ponedora actual?


Y, sobre esta última pregunta, es muy importante ser conocedor de los sistemas de producción de huevos existentes a nivel global. Hoy en día, la sostenibilidad es la clave y sostenibilidad significa el equilibrio entre economía, bienestar y protección frente a salmonelosis en aves.


Hay varios aspectos que debemos tener en cuenta y que, sin duda alguna, van a afectar al uso de vacunas: la posología, la vía de administración y el comportamiento en cuanto a la forma de generar inmunidad son fundamentales en el diseño de una vacuna frente a salmonelosis en aves.

 
Una ponedora de hoy en día es un ave que ha dejado de estar confinada según el antiguo concepto de jaula. Su ciclo de producción es cada día más largo (próximo a las 100 semanas de vida). Estas dos características van a establecer exigencias en los modelos de prevención. 

Gallina prado

Por un lado, los manejos individuales en vacunación serán cada día más limitados. Por otro lado, debido a la duración tan larga de los periodos de producción se tendrá que buscar una forma de cubrir los espacios de falta de inmunidad teniendo en cuenta que las vacunas de hoy en día se aplican durante el periodo de recría.

La mayoría de los países del entorno europeo están bajo programas de control de la salmonella y otros países de entornos no europeos van incorporando gradualmente estas estrategias de prevención global. Las vacunas, elementos esenciales en estos programas, no deben interferir los programas de autocontrol. Por tanto, la diferenciación de las cepas vacunales y el mínimo nivel de excreción son condición sine qua non. 

Por último, el servicio técnico debe estar enfocado a asegurar que las vacunaciones efectuadas han ingresado en el ave. Para ello, se ha de conocer bien la interacción de los sistemas de conducción de agua que vehicula las vacunas y chequear todo el proceso para estar bien seguros de que el proceso es efectivo. En una palabra, es muy necesario auditar el proceso.

Desde Calier es nuestro interés revisar estos aspectos, pero sobre todo plantear soluciones concretas para la prevención de la salmonelosis en aves.

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